Muertos al Pecado

Pastor Arturo Santiago

ROMANOS 6:1-6


¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 



Los que han muerto al pecado ya no están bajo su influencia y esclavitud. El pecado ya no tiene vigencia ni poder sobre ellos. 


Al identificarse con Cristo en su muerte, el creyente también participará de la novedad de vida en su resurrección. 


El cuerpo de pecado, o naturaleza pecaminosa, que heredamos de Adán es destruido cuando el creyente participa con Cristo de su crucifixión, el cuerpo de pecado pierde su poder y el creyente puede vivir entonces para servir al Señor y no al pecado.